Hace un rato mientras scrolleaba como si no hubiese un mañana me topé con este posteo de Mario Quilci, a quien no conozco pero sigo, y me pareció maravilloso. Le hice captura de pantalla, y lo edité para subir acá, porque bueno, yo no he besado a nadie. Pero me pareció genial.
Lo más asombroso es que es a una cuadra de donde estoy viviendo. Mañana voy a pasar a ver si es real, porque si lo es, ayer no estaba. Por ende, muchacho, muchacha o muchache que besaste a alguien y sentiste que era como hacer yoga en un tiroteo, gracias por la inspiración porque me ayudaste a retomar el Newsletter.
Yo y mis circunstancias o líos de niña blanca
¿Por qué me sentí interpelada por el mensaje, queridx lector? ¿Por qué creo que contártelo es una decisión narrativa acertada para esta edición?
Bueno, básicamente porque trabajo “situación de calle”, llevo una vida vinculada al activismo, intento dirigir una organización cuya nómina tiene 69 personas que cobran honorarios cada mes y la inflación de abril dio 8,4%.
Ayyyyyy Maleeeeeeenaaaaaa acaso te estás quejando del país????
No, del país no.
Pero déjenme decirles, ameos, que la cosa se está poniendo picante, que gestionar recursos para sostener sueldos dignos es una proeza y que encontrar formas de editar la esperanza de una estrategia comunitaria para erradicar la pobreza no fue nunca -pero menos está siendo ahora- moco de pavo.
Y frente a eso: SOLTÁFLUÍ.
Mesteeeee lo qué?
Si. Lo que leíste: Frente a eso
SOLTÁFLUÍ.
Porque no podés vivir con esas ojeras.
No podés salir en las fotos con esa cara de preocupada.
Tenés que aprender a disfrutar de la vida.
Tenés que dejar que fluya.
Me dicen a coro personas que están del lado de la vida de los que cobran los cheques sin tener que pensar en cómo pagarlos a quienes no les pedí opinión pero creen que abrir la boca y emitirla por algún motivo sumaría en algo. Lindos seres humanxs.
El soltafluidismo
Del latin, soltafluidarum, dícese de esa opinión no pedida imbuida de lógica New Age en la que alguien supone que por “vibrar positivo y alto” “atraerlo con la mente” o “soltarlo y fluir con las energías” lograremos solucionar las situaciones de las que debemos hacernos cargo quienes elegimos emprender, tener una pyme, innovar socialmente o simplemente dedicar nuestra vidas a hacer algún aporte a los problemas sociales.
Y entonces al “confiar en el Universo” nosotros podremos dormir sin frazadas, tener tiempo como para llegar a los cumpleaños con un regalo envuelto y un postre casero hecho con anticipación o conseguir ir a un concierto en el Konex a pesar de que sea 1 al 5 del mes y haya que pagar sueldos para los que tuviste que hacer más números que Scaloni antes de mandar a Montiel a patear el cuarto penal.
Últimamente me mandan bastante a soltar y fluir, porque la cosa está peluda y yo “fluyo” con esa circunstancia. En el conurbano hay un hambre machazo, ya se están haciendo ollas con leña -ni siquiera a garrafa- y la semana pasada conversando con referentes comunitarios me dijeron así, clarito, que el problema “es que la gente no come”.
Y yo me siento un poco como en el cartel de la calle. Escuchar a personas que tienen la hermosa posibilidad de vivir una vida color Instagram-pastel en estos momentos de caos y sugieren que suelte y fluya me hacen sentir como haciendo yoga en medio de un tiroteo. OJO, vuelvo a aclarar: No tengo nada en contra de las vidas Instagram-pastel. Pero yo no voy por ahí diciéndoles: “Che, ponete unos colores caki, estresate un poco, pensá en el calentamiento global.” Entonces dejo aquí expresado que sólo espero lo mismo.
Porque solucionar el hambre no es un tema mío. Pero que mi equipo cobre si.
Y si hay personas pasando hambre y Multipolar puede hacer algo para que sean menos, cada día se vuelve un desafío hermoso. Pero estresante. Muy estresante.
La sabiduría de la calle
Creo que en algún posteo anterior ya les comenté algo bello que aprendí de quienes viven en la calle, pero el público se renueva. Hay algo hermoso que hacen aunque sea, lamentablemente, debido a una situación mala que atraviesan (se puede hacer algo bueno debido a algo malo? bueno, parece que si).
Si algún día te ven triste o cabizbaja, cuando te preguntan qué te pasa, y vos les contás algo que te entristece, solamente te dicen “lo lamento” o “lo siento”. Y eso me parece hermoso. No te buscan soluciones. No te dan consejos que no pediste. No intentan salvarte de nada ni “cargarte entre sus brazos”. Quizá porque creen que en la situación que están -que según sus palabras no pueden ni con su propia vida- no tienen resto para hacer por alguien más. Pero creo que también es un poco por sabiduría. Porque algunas personas que estaban mejor, luego de escucharme largo rato me han preguntado: ¿Hay algo que pueda hacer?
Y eso me parece sabio.
Me acuerdo los ofrecimientos más lindos que escuché:
“Yo no puedo solucionarle eso porque no soy leído, pero se hacer salsa blanca”
“Puedo lavarle las zapatillas”
“Le hago de seguridad desde que sale de la facultad esa a la que va hasta la puerta del subte porque hay mucho mutante”.
Y pienso que un poco de eso se trata. De frenar cinco minutos antes de mandar a alguien a “soltarfluir” y pensar si en su contexto puede. Si conocemos sus presiones externas o motivaciones internas que lx posibilitan o habilitan para poder darse ese respiro. Si existe para esa persona, en ese momento, la chance de soltar o si suelta se va todo al reverendísimo carajo.
Que no somos tan inocentes. Que el soltarfluidismo viene de la mano de un sistema que nos propone salvarnos solitxs, pensando que si el otrx está pasando una mala es, tal vez, porque no se esforzó tanto.
O no. Pero a veces pasa.
Así que amiguxs, hoy frente a tanto cartelito de “dónde duele, no es por ahí” me siento haciendo el saludo al Sol con mantras de molotovs estallando de fondo. Lo que vino con la vida que elegí. La vida que me está tocando.
Y por eso, en este tomo de “cosas que nadie pidió” les dejo
Tres cosas que NO decir a tu amigx progre (o no tan progre) que está pasando un momento exigido:
“Agradecé el café de las mañana y el olor de las tostadas. No todo el mundo tiene eso”: Es verdad. Y si, que lo agradezca. Pero mientras se las engulle o luego de ello, el quilombo va a seguir ahí. Que pase la frase I-Pastel que sigue.
“Esto también pasará”: Si. Seguro. Va a pasar. Pero hoy duele como el reverendísimo carajo. ¿Hay una cantidad de veces que por decir esa frase el dolor disminuye? NO. Promoción válida para “Todo pasa”.
“Leete este texto de Krishnahuelmutti que seguro te va a hacer reflexionar”: Ok. Reflexiono. Y ojalá encuentre en la sabiduría de un tipo que vivió en India, entre las cabra, en un momento en que no existía internet la respuesta a la los 10 tipos de dolar en que opera la economía local. Le voy a pasar el texto a Liliana, que tiene que cocinar para 50 y le quedan siete paquetes de polenta.
Tres cosas que a mi me resultan mejor, y con las que acuerda Liliana, a quien al pasarle el texto de Krishnahuelmutti me mandó a… conseguirle polenta:
Gracias por compartir. ¿Qué deseás que haga con lo que me contás? ¿Opino? ¿Te escucho? ¿Te abrazo? ¿Hago algo?
Lo lamento y no quiero asumir que necesitás algo, pero si así fuera, aquí estoy.
Todo esto es una mierda y lamento que te esté pasando. Nada te va a cambiar el dolor porque no tengo la solución a tu problema, pero así y todo ¿Hay algo que pueda hacer?
Cosas que están pasando, por las que paso la gorra:
Multipolar sigue buscando espacio físico para trabajar con 100 personas que viven en situación de calle a la vez, y no con las treinta que nos permite el lugar actual. Si sabés de alguien que pueda ayudarnos, chiflá.
Estamos en búsqueda de una heladera usada, que funcione, para una mujer que está rearmando su vida y precisa poder tener una en su casa para ella y sus hijes.
Y por último, una pregunta: ¿Qué te gusta que te digan cuando te sentís mal? Si querés, te leo en comentarios.
Abrazo, paz en sus corazones, y no se olviden de agradecer las tostadas.
Male
H2
Gracias Luciano por compartir! Que lindo mimo que te digan que invitás a la reflexión frente a tanto contenido. Ojalá esa ayuda que ofrecés llegue a buen puerto y sino, escuchar en silencio siempre puede ser una buena opción. Gracias por leer!
Mientras leia lo de la salsa blanca sonrei, porque soy de las escuchan y (mientras busco en mi cabeza si existe algo que decir que no sea sólo por decir algo) ofrezco mates. Me cuesta abrazar pero siento que el mate es un gran abrazo. Lo que yo necesito cuando estoy mal? espacio creo, silencio, ese silencio que me deja saber que cuando lo sienta puedo hablar de lo que me pasa, que tengo la posibilidad, no el compromiso... el soltaflui me tiene las orejas sangradas!. Siempre te leo y es la primera vez que me doy cuenta que puedo comentar! que lindo Male, gracias!!